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Bilirrubina

Una representación de Bilirrubina

La bilirrubina es un pigmento amarillo anaranjado resultante de la descomposición de la hemoglobina, el pigmento rojo de la sangre que transporta el oxígeno. La bilirrubina se procesa en el hígado y se excreta con la bilis al intestino, donde da a las heces su color marrón. Si el nivel de bilirrubina en sangre es demasiado alto, puede indicar diversos problemas de salud en los perros.

¿Cuáles son las causas de los niveles elevados de bilirrubina en los perros?

Existen varias causas posibles de los niveles elevados de bilirrubina en los perros, que pueden dividirse en dos categorías: prehepáticas y poshepáticas.

Prehepático significa que el problema se encuentra antes del hígado, es decir, en el torrente sanguíneo o en la médula ósea. En este caso, se produce demasiada bilirrubina porque los glóbulos rojos se descomponen con demasiada rapidez. Esto puede deberse a varios factores, como por ejemplo

  • Enfermedades autoinmunitarias en las que el sistema inmunitario ataca a los propios glóbulos rojos del organismo.
  • Toxinas que dañan los glóbulos rojos, como la cebolla, el ajo, el paracetamol o el zinc.
  • Enfermedades infecciosas que afectan a los glóbulos rojos, como la babesiosis o la leishmaniosis.
  • Trastornos hereditarios que afectan a la estructura o función de los glóbulos rojos, como la deficiencia de piruvato quinasa o la esferocitosis.

Post-hepático significa que el problema se localiza después del hígado, es decir, en los conductos biliares o en el intestino. En este caso, se excreta muy poca bilirrubina porque hay un atasco u obstrucción. Esto puede deberse a diversos factores, como por ejemplo

  • Enfermedades hepáticas que afectan a la función o estructura del hígado, como cirrosis, hepatitis o tumores hepáticos.
  • Enfermedades de las vías biliares que impiden la permeabilidad o el flujo de la bilis, como cálculos biliares, inflamación de las vías biliares o tumores de las vías biliares.
  • Enfermedades intestinales que interfieren en la absorción o el transporte de la bilirrubina, como inflamación intestinal, infección intestinal u obstrucción intestinal.

¿Cómo se diagnostica un nivel alto de bilirrubina en los perros?

Para diagnosticar un nivel elevado de bilirrubina en perros, el veterinario debe realizar un análisis de sangre. Se trata de medir el nivel de bilirrubina total, que consta de dos formas: bilirrubina no conjugada (indirecta) y bilirrubina conjugada (directa).

La bilirrubina no conjugada está unida a la albúmina y es insoluble en agua. Se produce a partir de la descomposición de la hemoglobina en los macrófagos. El hígado la absorbe y la combina con ácido glucurónico, haciéndola hidrosoluble.

La bilirrubina conjugada es hidrosoluble y se elimina por el intestino con la bilis. También es la forma de bilirrubina que aparece en la orina (lo cual no es normal en los perros a menos que la orina sea muy concentrada).

Medir la bilirrubina total y el desdoblamiento de la bilirrubina (bilirrubina directa e indirecta) en la sangre puede ayudar al veterinario a determinar la causa del problema. Por ejemplo, un aumento de la bilirrubina no conjugada puede indicar un aumento de la producción de bilirrubina debido a una anemia hemolítica. Un aumento de la bilirrubina conjugada puede indicar una disminución de la excreción de bilirrubina debido a una colestasis.

El veterinario también puede realizar otras pruebas para comprobar la función hepática. Entre ellas se incluyen:

  • Alanina aminotransferasa (ALT): enzima que se encuentra en el hígado y que se libera en la sangre cuando se produce un daño hepático.
  • Gamma-glutamiltransferasa (GGT) : enzima que se encuentra en los conductos biliares y se libera en la sangre cuando éstos están dañados.
  • Fosfatasa alcalina (ALP) : enzima que se encuentra en varios tejidos, pero principalmente en el hígado y los huesos. Puede estar elevada en diversas enfermedades, como la cirrosis hepática, los cálculos biliares o las enfermedades óseas.
  • Aspartato aminotransferasa (AST): enzima que se encuentra en varios órganos, pero principalmente en el hígado y el corazón. Puede estar elevada en diversas enfermedades, como cirrosis hepática, infarto de miocardio o lesiones musculares.

El veterinario también puede realizar un análisis de orina para detectar bilirrubina en la orina. Esto es un indicio de colestasis o de un aumento de la concentración de bilirrubina conjugada en la sangre.

Para encontrar la causa exacta de los niveles elevados de bilirrubina en los perros, el veterinario puede solicitar otras investigaciones como:

  • Radiografías o ecografías para evaluar la estructura y el tamaño del hígado y los conductos biliares.
  • Biopsia o aspiración para tomar una muestra de tejido del hígado o los conductos biliares y examinarla al microscopio
  • Cultivo bacteriológico o PCR para buscar agentes infecciosos en el hígado, los conductos biliares o los intestinos
  • Pruebas serológicas o inmunofluorescencia para buscar anticuerpos contra patógenos o autoantígenos específicos.

¿Cómo se trata la bilirrubina alta en perros?

El tratamiento de la bilirrubina alta en perros depende de la causa subyacente. El objetivo es eliminar o controlar la causa y aliviar los síntomas.

El tratamiento puede incluir lo siguiente

  • Antibióticos, antiparasitarios o antifúngicos para combatir las infecciones
  • Inmunosupresores o corticosteroides para tratar enfermedades autoinmunes
  • Fluidoterapia o transfusiones de sangre para corregir la deshidratación o la anemia.
  • Coleréticos o coclequinéticos para favorecer la producción o el flujo de bilis
  • Medicamentos para reducir el colesterol o dieta para prevenir los cálculos biliares
  • Hepatoprotectores o antioxidantes para favorecer la función hepática
  • Analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor o la inflamación
  • Cirugía o endoscopia para eliminar obstrucciones o tumores

¿Cómo prevenir la bilirrubina alta en perros?

Los niveles elevados de bilirrubina en los perros no siempre pueden prevenirse, sobre todo si están causados por factores hereditarios o imprevisibles. Sin embargo, hay algunas medidas que pueden tomarse para reducir el riesgo o mejorar el pronóstico. Entre ellas se incluyen:

  • Exámenes veterinarios y análisis de sangre periódicos para identificar y tratar precozmente posibles problemas.
  • Una dieta equilibrada y de alta calidad que satisfaga las necesidades del perro y no contenga sustancias nocivas.
Más información sobre Bilirrubina

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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