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Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad en la que los huesos pierden fuerza y densidad. Esto conduce a un mayor riesgo de fracturas óseas. Esta enfermedad puede presentarse en perros de todas las razas y tamaños, pero es mucho más frecuente en perros de edad avanzada. En este artículo aprenderá más sobre las causas, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis en perros.

¿Qué es la osteoporosis?

Osteoporosis significa literalmente "hueso poroso". El hueso es un tejido vivo que se descompone y reconstruye constantemente. Este proceso se conoce como remodelación ósea. En un perro sano, la remodelación ósea es equilibrada, es decir, se descompone la misma cantidad de sustancia ósea que la que se forma. En un perro con osteoporosis, este proceso se interrumpe, lo que significa que se descompone más sustancia ósea de la que se forma. Como resultado, el hueso se vuelve más fino, débil y frágil.

¿Cuáles son las causas de la osteoporosis?

La osteoporosis puede tener varias causas, que pueden ser congénitas o adquiridas. Las causas congénitas incluyen defectos genéticos o trastornos del desarrollo que conducen a una reducción de la formación ósea o a un aumento de la resorción ósea. Las causas adquiridas incluyen

  • Dieta inadecuada: una dieta desequilibrada que contenga demasiado poco calcio, fósforo o vitamina D puede afectar a la salud ósea. El calcio y el fósforo son minerales importantes para la formación ósea, mientras que la vitamina D favorece la absorción de calcio desde el intestino.
  • Carencia de nutrientes: La falta de determinados nutrientes, como proteínas, zinc o cobre, también puede reducir la formación ósea o aumentar su resorción.
  • Edad: Con la edad, disminuye la capacidad del organismo para formar nueva sustancia ósea. Además, disminuye la producción de hormonas, que también intervienen en el metabolismo óseo.
  • Enfermedad de la médula ósea: La médula ósea es el tejido blando del interior de los huesos responsable de la formación de las células sanguíneas. Una enfermedad de la médula ósea, como la leucemia o el linfoma, puede reducir la producción de células sanguíneas, lo que a su vez puede afectar al metabolismo óseo.
  • Trastornos hormonales: Algunas hormonas influyen en el metabolismo óseo. Por ejemplo, la hormona paratiroidea favorece la liberación de calcio del hueso a la sangre, mientras que la hormona tiroidea inhibe la degradación del calcio de la sangre al hueso. Un funcionamiento excesivo o insuficiente de estas hormonas puede provocar un desequilibrio en el balance de calcio, lo que reduce la densidad ósea.
  • Tratamiento prolongado con cortisona: La cortisona es un fármaco antiinflamatorio que se utiliza para tratar diversas enfermedades. Sin embargo, el uso prolongado de cortisona también puede tener efectos negativos en el metabolismo óseo. Por ejemplo, inhibe la formación de nueva sustancia ósea y favorece la resorción de la sustancia ósea existente.
  • Falta de ejercicio: El ejercicio estimula la formación de nueva sustancia ósea y fortalece los músculos que sostienen el hueso. Por lo tanto, la falta de ejercicio puede provocar una disminución de la densidad ósea.

¿Cuáles son los síntomas de la osteoporosis?

Al principio, la osteoporosis no presenta síntomas evidentes. Sólo cuando el hueso está tan debilitado que se rompe ante un esfuerzo normal, la enfermedad se hace perceptible. Los síntomas más comunes de la osteoporosis son

  • Cojera: La cojera es el síntoma más notable de la osteoporosis. Puede aparecer de forma repentina o gradual y su gravedad puede variar en función del hueso afectado. La cojera también puede ser intermitente, es decir, aparecer y desaparecer.
  • Dolor: una fractura ósea es muy dolorosa y puede provocar un cambio en el comportamiento del perro. Por ejemplo, puede que juegue, coma o se mueva menos. También puede reaccionar con agresividad o ansiedad si se le toca en la zona afectada.
  • Hinchazón: Puede producirse hinchazón en el lugar de la fractura, causada por inflamación o hemorragia. La hinchazón también puede provocar una deformación del hueso.
  • Fiebre: Una infección en el lugar de la fractura puede provocar un aumento de la temperatura corporal, lo que se conoce como fiebre. La fiebre es un signo de que el cuerpo está luchando contra los agentes patógenos.

¿Cómo se diagnostica la osteoporosis?

Para diagnosticar la osteoporosis, el veterinario debe realizar primero una historia clínica y un examen clínico exhaustivos. Preguntará sobre las posibles causas, factores de riesgo y síntomas, y examinará al perro en busca de cojera, dolor e hinchazón. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, el veterinario deberá realizar una radiografía.

Examen radiográfico

La radiografía es el método más importante para diagnosticar la osteoporosis. Se envían rayos X a través del cuerpo del perro y se visualizan en una película o pantalla. Los tejidos absorben los rayos X en distinto grado, de modo que la estructura y la densidad de los huesos pueden reconocerse en la imagen radiográfica.

En un perro con osteoporosis, puede observarse una reducción de la densidad ósea en la imagen radiográfica, que aparece como un aumento de la transparencia o una reducción de la coloración. También pueden observarse fracturas o deformidades óseas. El examen radiográfico también puede ayudar a descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares, como un tumor óseo.

¿Cómo se trata la osteoporosis?

Desgraciadamente, la osteoporosis no tiene cura, pero hay varias formas de tratar la enfermedad y mejorar el bienestar del perro. El tratamiento depende de la causa, la gravedad y el estado general del perro. Las posibles opciones de tratamiento incluyen

  • Cambios en la dieta: una dieta equilibrada es esencial para la salud ósea. El perro debe recibir suficiente calcio, fósforo y vitamina D, pero no en exceso, ya que esto también puede ser perjudicial. El veterinario puede recomendar un alimento dietético especial o prescribir suplementos.
  • Medicación: Hay varios medicamentos que pueden afectar al metabolismo óseo. Por ejemplo, los bifosfonatos pueden inhibir la resorción ósea y, por tanto, ralentizarla. Otros fármacos, como la calcitonina o la hormona paratiroidea, pueden favorecer la formación ósea y acelerarla. Sin embargo, estos fármacos deben tomarse bajo estricta supervisión veterinaria, ya que también pueden tener efectos secundarios.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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