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Trastornos hormonales

Una representación de Trastornos hormonales

Las hormonas son sustancias mensajeras que controlan funciones importantes del organismo de su perro. Por ejemplo, regulan el metabolismo, el crecimiento, la reproducción y el comportamiento. Si se altera la producción o la acción de las hormonas, pueden producirse diversas enfermedades. En este artículo encontrará más información sobre los trastornos hormonales más frecuentes en los perros, sus causas, síntomas y opciones de tratamiento.

Tiroides hipoactivo (hipotiroidismo)

La glándula tiroides es un pequeño órgano situado en la zona del cuello que produce las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Estas hormonas influyen en el gasto energético, la temperatura corporal, el sistema cardiovascular y el sistema nervioso de su perro. Si la glándula tiroides produce muy pocas hormonas, se habla de hipotiroidismo.

Las causas más comunes de hipotiroidismo en perros son

  • Una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca y destruye la glándula tiroides (tiroiditis linfocítica).
  • Una regresión de la glándula tiroides relacionada con la edad (atrofia)
  • Una rara malformación congénita de la glándula tiroides
  • Una enfermedad tumoral de la glándula tiroides o de la hipófisis (glándula pituitaria) que afecta a la producción de hormonas.
  • Una sobredosis de medicamentos o radioterapia que dañe la glándula tiroides

Los síntomas típicos del hipotiroidismo en perros son

  • Aumento de peso a pesar de una ingesta reducida de alimentos
  • Letargo, cansancio, actividad reducida
  • Pérdida de pelo, piel seca y escamosa, mayor susceptibilidad a las infecciones
  • Sensibilidad al frío, baja temperatura corporal
  • Ritmo cardíaco lento, presión arterial baja
  • Cambios de comportamiento como agresividad, ansiedad o depresión

El hipotiroidismo en perros se diagnostica mediante un análisis de sangre, que mide la concentración de hormonas tiroideas y otros parámetros. El tratamiento consiste en la administración de por vida de hormonas tiroideas sintéticas en forma de comprimidos. La dosis debe ajustarse individualmente y controlarse con regularidad. Con una terapia oportuna y constante, la mayoría de los perros pueden llevar una vida normal.

Síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo)

El síndrome de Cushing o hiperadrenocorticismo es una enfermedad en la que las glándulas suprarrenales producen demasiado cortisol. El cortisol es una hormona del estrés que afecta, entre otras cosas, a los niveles de azúcar en sangre, el metabolismo de las grasas, el sistema inmunitario y la tensión arterial del perro. Si el nivel de cortisol está permanentemente elevado, puede provocar diversos problemas de salud.

Las causas más comunes del síndrome de Cushing en perros son

  • Un tumor benigno de la glándula pituitaria (hipófisis) que produce demasiada hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Esta hormona estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol. Este caso se conoce como hiperadrenocorticismo hipofisario y representa alrededor del 80-85% de todos los casos.
  • Un tumor benigno o maligno de una o ambas glándulas suprarrenales que produce cortisol de forma autónoma. Este caso se conoce como hiperadrenocorticismo suprarrenal dependiente y representa alrededor del 15-20% de todos los casos.
  • Administración prolongada de cortisona u otros glucocorticoides como medicación, por ejemplo para tratar alergias, inflamaciones o enfermedades autoinmunes. Este caso se conoce como síndrome de Cushing iatrogénico y es reversible cuando se interrumpe la medicación.

Los síntomas típicos del síndrome de Cushing en perros son

  • Aumento de la sed y la micción
  • Aumento del apetito y de la ingesta de alimentos
  • Aumento de peso, especialmente en la zona abdominal
  • Pérdida de pelo, piel fina y quebradiza, mala cicatrización de las heridas
  • Debilidad muscular, atrofia, dificultad para ponerse de pie
  • Falta de aliento, tos, problemas cardíacos
  • Cambios de comportamiento como inquietud, nerviosismo o apatía

El síndrome de Cushing en perros se diagnostica mediante un análisis de sangre en el que se mide la concentración de cortisol y otras hormonas. También se utilizan técnicas de imagen como radiografías, ecografías o tomografías computerizadas para evaluar el tamaño y la forma de la hipófisis y las glándulas suprarrenales. El tratamiento depende de la causa del síndrome de Cushing. En caso de hiperadrenocorticismo hipofisario, suele administrarse medicación para inhibir la producción de cortisol. En el caso del hiperadrenocorticismo suprarrenal dependiente, se suele realizar una intervención quirúrgica para extirpar la glándula suprarrenal afectada. En el caso del síndrome de Cushing iatrogénico, la medicación se reduce gradualmente o se sustituye. El pronóstico varía en función de la gravedad y de las enfermedades concomitantes. Con un tratamiento precoz y constante, muchos perros pueden alcanzar una buena calidad de vida.

Diabetes mellitus

La diabetes mellitus es una enfermedad en la que el nivel de azúcar en sangre es crónicamente elevado. Esto se debe a que el páncreas produce muy poca o ninguna insulina o a que las células del cuerpo ya no responden a la insulina. La insulina es una hormona que permite el transporte de glucosa de la sangre a las células. La glucosa es la fuente de energía más importante para el organismo de su perro. Si la glucosa no entra en las células, permanece en la sangre y puede provocar diversas complicaciones.

Las causas más comunes de la diabetes mellitus en perros son

  • Una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca y destruye las células productoras de insulina del páncreas (diabetes de tipo 1).
  • Una predisposición genética, la obesidad, la edad u otros factores que provocan una reducción de la acción o la producción de insulina (diabetes de tipo 2).
  • Inflamación o tumor del páncreas que dificulta la producción de insulina.
  • Trastornos hormonales como el síndrome de Cushing o el hipertiroidismo, que aumentan los niveles de azúcar en sangre.
  • Medicamentos como la cortisona u otros glucocorticoides que aumentan los niveles de azúcar en sangre.

Los síntomas típicos de la diabetes mellitus en perros son

  • Aumento de la sed y la micción
  • Aumento del apetito y de la ingesta de alimentos
  • Pérdida de peso a pesar de una buena ingesta de alimentos
  • Fatiga, debilidad, disminución de la actividad
  • Vómitos, diarrea, pérdida de apetito
  • Infecciones urinarias, infecciones cutáneas, mala cicatrización de heridas
  • Cataratas, ceguera

El diagnóstico de la diabetes mellitus en perros se realiza mediante un análisis de sangre en el que se mide el nivel de azúcar en sangre y otros parámetros. También se realiza un análisis de orina para determinar el contenido de glucosa en la orina.

 

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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