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Laminectomía dorsal

Una representación de Laminectomía dorsal

Es posible que haya oído hablar de la laminectomía dorsal, una operación que se realiza en perros con lesiones medulares o hernias discales. Pero, ¿qué es exactamente una laminectomía dorsal y cómo funciona? En este artículo, descubrirá todo lo que necesita saber sobre este método de tratamiento.

¿Qué es una laminectomía dorsal?

Una laminectomía dorsal es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa parte del arco vertebral para aliviar la presión sobre la médula espinal. El arco vertebral es la parte ósea de la vértebra que rodea la médula espinal. Si el arco vertebral está dañado o deformado, puede comprimir la médula espinal y provocar dolor, parálisis u otros problemas neurológicos.

La laminectomía dorsal se utiliza con mayor frecuencia en perros con hernias discales que no responden a terapias conservadoras como analgésicos, antiinflamatorios o fisioterapia. Una hernia discal es una afección en la que el disco, que actúa como amortiguador entre las vértebras, se sale de su posición y presiona la médula espinal. Puede deberse a un traumatismo, al envejecimiento o a factores genéticos.

¿Cómo se realiza una laminectomía dorsal?

Una laminectomía dorsal es un procedimiento complejo e invasivo que sólo debe realizar un veterinario experimentado. El perro debe ser examinado a fondo antes de la operación para determinar la localización exacta y la extensión de la hernia discal. Esto puede incluir radiografías, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).

La operación se realiza bajo anestesia general y dura entre una y tres horas, dependiendo del número de vértebras afectadas. El veterinario hace una incisión a lo largo de la columna vertebral y expone la médula espinal. A continuación, retira con cuidado la parte afectada del arco vertebral utilizando una sierra o un taladro especial. De este modo se alivia la presión sobre la médula espinal y se puede extraer o recolocar el disco.

Tras la operación, el perro se cierra con puntos o grapas y tiene que permanecer en el hospital unos días. Se le administrarán analgésicos, antibióticos y otros medicamentos para favorecer la cicatrización y evitar infecciones. También tendrá que llevar un collar para evitar que se lama o se rasque la herida.

¿Cuáles son los riesgos y complicaciones de una laminectomía dorsal?

Como con cualquier cirugía, existen algunos riesgos y posibles complicaciones con una laminectomía dorsal. Entre ellas se incluyen:

  • Hemorragia
  • Infecciones
  • Daños en los nervios
  • Reaparición de la hernia discal
  • Pérdida del vaciado vesical o intestinal
  • Pérdida de la sensación de dolor
  • Rigidez o curvatura de la columna vertebral

La mayoría de estas complicaciones son poco frecuentes o pueden tratarse con medicación o cirugía. La tasa de éxito de una laminectomía dorsal es de entre el 80 y el 90 por ciento, lo que significa que la mayoría de los perros muestran una mejoría de sus síntomas tras la cirugía. Sin embargo, el resultado depende en gran medida de la gravedad y la duración de la hernia discal, así como de la edad y el estado de salud del perro.

¿Cómo es el postratamiento de una laminectomía dorsal?

El postratamiento de una laminectomía dorsal requiere mucha paciencia y compromiso por su parte como propietario de un perro. Tiene que ayudar a su perro a recuperarse de la operación y restablecer su movilidad y calidad de vida. Esto incluye:

  • Revisar la herida con regularidad y retirar los puntos o grapas al cabo de unos 10 a 14 días.
  • Administrar analgésicos, antibióticos y otros medicamentos siguiendo las indicaciones del veterinario.
  • Restringir la actividad y el ejercicio del perro durante al menos seis semanas para facilitar la cicatrización. Esto significa llevar al perro con correa, evitar que suba escaleras y no dejarle saltar ni jugar.
  • Realizar fisioterapia o hidroterapia para fortalecer los músculos, lubricar las articulaciones y favorecer la circulación. Puede incluir masajes, estiramientos, movimientos pasivos o natación.
  • Ajustar la dieta y el peso del perro para mantener una columna vertebral sana. Esto significa dar al perro una dieta equilibrada y nutritiva y evitar la obesidad.

Una laminectomía dorsal es una cirugía seria que sólo debe considerarse como último recurso para su perro. Sin embargo, puede ser un tratamiento eficaz para perros con lesiones graves de la médula espinal o hernias discales que no responden a otras terapias. Si decide someterse a una laminectomía dorsal, prepárese para proporcionar a su perro cuidados postoperatorios intensivos para acelerar su recuperación y mejorar su calidad de vida.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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