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Síndrome del intestino irritable

(Redirigido desde SII)
Una representación de SII

El síndrome del intestino irritable (SII) es una enfermedad frecuente que afecta al tracto gastrointestinal de los perros. Puede provocar síntomas como diarrea, hinchazón, dolor abdominal y pérdida de apetito. En esta entrada del blog, aprenderá sobre las causas, el diagnóstico y el tratamiento del SII en perros.

¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable es un trastorno funcional del aparato digestivo caracterizado por alteraciones del movimiento intestinal y una mayor sensibilidad de la pared intestinal. Esto significa que el intestino reacciona de forma exagerada a estímulos normales como la comida, el estrés o las bacterias y se inflama. Se desconoce la causa exacta del SII, pero se cree que influyen varios factores, como los siguientes

  • Predisposición genética
  • Estrés y ansiedad
  • Intolerancias o alergias alimentarias
  • Infecciones o parásitos
  • Cambios en la flora intestinal

¿Cómo se diagnostica el síndrome del intestino irritable?

Diagnosticar el síndrome del intestino irritable no es fácil, ya que no existen pruebas específicas para detectarlo. El veterinario debe descartar otras posibles causas de los síntomas, como

Para descartar estas afecciones, el veterinario puede realizar diversas pruebas, como por ejemplo

  • Análisis de sangre
  • Análisis de orina
  • exámenes fecales
  • Radiografías o ecografías
  • Endoscopia o biopsia

Si se han descartado todas las demás afecciones y el perro sigue mostrando síntomas, el veterinario puede hacer un diagnóstico de SII.

¿Cómo se trata el síndrome del intestino irritable?

El tratamiento del SII depende de la gravedad de los síntomas y de la respuesta individual del perro. No existe cura para el SII, pero hay formas de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del perro. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cambios en la dieta: una dieta baja en alimentos con ingredientes de fácil digestión puede ayudar a aliviar el intestino y reducir la diarrea. Algunos perros también se benefician de una dieta hipoalergénica que excluya posibles alérgenos como el trigo, el maíz, la soja o la carne de vacuno.
  • Probióticos: Los probióticos son microorganismos vivos que pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal y reforzar las defensas inmunitarias. Pueden administrarse como suplementos o en alimentos especiales.
  • Medicación: En algunos casos, el veterinario puede recetar medicamentos que pueden regular la motilidad intestinal, inhibir la inflamación o aliviar el dolor. Estos medicamentos incluyen, por ejemplo, antidiarreicos, antiespasmódicos, esteroides o analgésicos.
  • Gestión del estrés: el estrés puede ser un desencadenante del SII, por lo que es importante relajar al perro todo lo posible y proporcionarle un entorno tranquilo y seguro. Algunos perros también se benefician de la terapia conductual o de métodos alternativos como la acupuntura o la homeopatía.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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