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Cálculos en la vejiga

Una representación de Cálculos en la vejiga

Los cálculos vesicales son una enfermedad dolorosa y potencialmente peligrosa de las vías urinarias de los perros. Consisten en cristales minerales que se forman en la orina del perro y pueden provocar obstrucciones o inflamaciones. En este artículo descubrirás qué tipos de cálculos vesicales existen, cómo se forman, qué síntomas provocan y cómo pueden tratarse.

¿Qué son los cálculos vesicales en los perros?

Los cálculos en la vejiga también se conocen como cálculos urinarios o urolitos. Se forman a partir de diversas sustancias que se eliminan con la orina, como calcio, magnesio, fósforo o ácido oxálico. En determinadas condiciones, estas sustancias pueden depositarse en las vías urinarias y unirse para formar concreciones duras. El tamaño y la forma de los cálculos en la vejiga pueden variar, desde arenilla hasta guijarros.

Los cálculos en la vejiga pueden aparecer en varias partes del tracto urinario, como el riñón, la vejiga, la uretra o el uréter. Sin embargo, los cálculos que se forman en la vejiga urinaria son los más frecuentes. Por eso se suelen denominar cálculos vesicales en perros.

¿Qué tipos de cálculos vesicales hay en los perros?

Existen varios tipos de cálculos en la vejiga de los perros, que difieren en su composición mineral. Los más comunes son

  • Cálculos de estruvita: Se componen principalmente de fósforo y magnesio y se forman en un entorno urinario alcalino. Suelen estar asociados a infecciones bacterianas del tracto urinario y son más frecuentes en las hembras.
  • Cálculos de oxalato cálcico: Están formados por compuestos de calcio y ácido oxálico y se forman en un medio urinario ácido. Son más difíciles de disolver que los cálculos de estruvita y son más frecuentes en perros machos.
  • Cálculos de urato amónico: Consisten en sales de amonio del ácido úrico y se forman en un medio urinario entre ácido y neutro. Suelen estar asociados a enfermedades hepáticas o trastornos genéticos y son más frecuentes en perros machos intactos.
  • Cálculos de cistina: Están formados por cistina, un aminoácido que algunos perros no descomponen correctamente. Se desarrollan en un medio urinario ácido y son más frecuentes en determinadas razas, como los dálmatas y los terranova.
  • Cálculos de silicato: Están formados por silicatos, que pueden proceder de los alimentos. Se forman en un medio urinario alcalino y son menos frecuentes.

Para evitar que vuelvan a formarse cálculos en la vejiga, es importante determinar el tipo exacto de cálculos presentes. De ello depende el tratamiento y los cambios en la dieta del perro.

¿Cuáles son las causas de los cálculos vesicales en los perros?

La formación de cálculos en la vejiga de los perros puede deberse a varias causas. Una de las más importantes es la dieta del perro. Si la comida contiene cantidades excesivas de determinados minerales, el organismo no puede excretarlos correctamente y se depositan en la orina. Por ello, la alimentación debe adaptarse siempre a las necesidades del perro.

Otras posibles causas de cálculos vesicales en perros son

  • Ingesta insuficiente de agua: si el perro bebe demasiado poco, su orina se vuelve más concentrada y salada. Esto favorece la formación de cristales en el tracto urinario.
  • Pocas oportunidades de orinar: Si el perro no puede salir a pasear con suficiente frecuencia, la orina se acumula en la vejiga. Esto aumenta el riesgo de infecciones urinarias y cálculos en la vejiga.
  • Sobrepeso y falta de ejercicio: si el perro está demasiado gordo y no hace suficiente ejercicio, esto puede afectar a su metabolismo y provocar la acidificación de la orina. Esto favorece la formación de cálculos de oxalato cálcico.
  • Un valor de pH alterado en la orina: El valor de pH de la orina indica lo ácida o alcalina que es. Puede verse influido por diversos factores, como la dieta del perro, la medicación o las hormonas. Un valor de pH demasiado alto o demasiado bajo puede favorecer la formación de ciertos tipos de cálculos en la vejiga.
  • Ciertas enfermedades: Algunas enfermedades pueden provocar o favorecer la formación de cálculos en la vejiga de los perros, como las enfermedades hepáticas, renales, la diabetes o el síndrome de Cushing.
  • Predisposición genética: Algunas razas de perros tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cálculos en la vejiga, como los dálmatas, los Basset Hounds, los Yorkshire Terriers o los Shih Tzu.

¿Qué síntomas provocan los cálculos vesicales en los perros?

Los cálculos en la vejiga de los perros pueden causar diferentes síntomas en función de su tamaño, de su localización y de si provocan una infección urinaria. Los síntomas más comunes son:

  • Micción frecuente: El perro tiene que salir a pasear más a menudo de lo habitual y sólo expulsa pequeñas cantidades de orina.
  • Dolor al orinar: El perro muestra signos de dolor al orinar, como gemidos, jadeos o temblores.
  • Sangre en la orina: la orina del perro es de color rojizo o marrón porque contiene sangre. Esto puede indicar una lesión en las vías urinarias causada por los cálculos en la vejiga.
  • Falta de limpieza: el perro hace sus necesidades en casa o en lugares poco habituales porque ya no puede controlar sus ganas de orinar.
  • Lamido de la zona genital: el perro se lame con frecuencia la zona genital porque siente dolor o picor en ella.
  • Pérdida de apetito y fatiga: el perro come menos de lo habitual y parece cansado y apático. Esto puede indicar una inflamación general o una intoxicación por los cálculos vesicales.

Si observa uno o varios de estos síntomas en su perro, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. Esto se debe a que los cálculos en la vejiga no tratados pueden causar complicaciones potencialmente mortales, como obstrucción uretral o insuficiencia renal.

¿Cómo se tratan los cálculos vesicales en los perros?

El tratamiento de los cálculos vesicales en perros depende del tipo, el tamaño y la ubicación de los cálculos. Existen varias opciones, como

  • Medicación: Algunos cálculos vesicales pueden disolverse con medicación, como los de estruvita. Para ello, el perro debe tomar comprimidos especiales durante un periodo de tiempo prolongado que modifican el pH de la orina y disuelven los cristales. La orina del perro debe analizarse periódicamente para comprobar el éxito de la terapia.
  • Dieta: Otra forma de disolver o prevenir los cálculos vesicales en los perros es cambiar su dieta. El perro debe ser alimentado con un alimento dietético especial que reduce el contenido de ciertos minerales e influye en el valor del pH de la orina. El alimento dietético debe suministrarse siguiendo exactamente las instrucciones del veterinario y no debe mezclarse con otros tipos de alimentos. Además, el perro debe disponer siempre de agua suficiente.
  • Cirugía: si los cálculos vesicales son demasiado grandes o no responden a la medicación o la dieta, puede ser necesaria la cirugía.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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