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Antiarrítmicos

Una representación de Antiarrítmicos

Los fármacos antiarrítmicos son medicamentos que tratan o previenen las arritmias cardiacas en los perros. Las arritmias pueden ser potencialmente mortales y provocar insuficiencia cardiaca, ictus o muerte súbita cardiaca. En este artículo descubrirá cómo actúan los fármacos antiarrítmicos, cuándo se utilizan y qué efectos secundarios pueden tener.

¿Cómo funcionan los antiarrítmicos?

Normalmente, el corazón late con un ritmo regular controlado por impulsos eléctricos que se originan en el nodo sinusal, el marcapasos natural del corazón, y se propagan a través del sistema de conducción a las aurículas y ventrículos, lo que permite bombear la sangre eficientemente por el cuerpo.

En una arritmia, este ritmo se ve alterado, ya sea porque el nodo sinusal no funciona correctamente, porque se generan impulsos adicionales o porque los impulsos son bloqueados. Esto puede hacer que el corazón lata demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de manera irregular (extrasístoles, fibrilación auricular).

Los antiarrítmicos son medicamentos que interfieren en los procesos eléctricos del corazón para normalizar o estabilizar el ritmo. Existen varias clases de antiarrítmicos, que se diferencian por su mecanismo de acción y el grupo objetivo. Las más importantes son:

  • Clase I: Bloqueadores de los canales de sodio. Ralentizan la conducción en el corazón y prolongan el tiempo refractario, es decir, el periodo durante el cual el corazón no responde a un nuevo impulso. Se utilizan principalmente para arritmias ventriculares. Ejemplos son lidocaína, mexiletina y quinidina.
  • Clase II: Betabloqueantes. Inhiben la acción de la adrenalina y la noradrenalina en el corazón, reduciendo así la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Se utilizan principalmente para arritmias supraventriculares, es decir, aquellas que se originan en las aurículas. Ejemplos son atenolol, metoprolol y propranolol.
  • Clase III: Bloqueadores de los canales de potasio. Prolongan la duración del potencial de acción, es decir, el tiempo en el que el corazón está excitado, y previenen la generación de nuevos impulsos. Se utilizan principalmente para fibrilación auricular. Ejemplos son amiodarona, sotalol y dronedarona.
  • Clase IV: Bloqueadores de los canales de calcio. Ralentizan la conducción en el nodo AV, que transmite los impulsos del atrio al ventrículo, y reducen así la frecuencia ventricular. Se utilizan principalmente para taquicardias supraventriculares. Ejemplos son verapamilo y diltiazem.

¿Cuándo se usan los antiarrítmicos?

La decisión de tratar una arritmia en un perro depende de varios factores, como el tipo y la gravedad de la arritmia, la presencia de síntomas o enfermedades concurrentes y el riesgo de complicaciones. No todas las arritmias requieren tratamiento, algunas son benignas o incluso fisiológicas, es decir, normales para el perro.

Los síntomas más comunes de una arritmia son:

  • Debilidad
  • Fatiga
  • Dificultad para respirar
  • Tos
  • Desmayos
  • Mucosas azuladas
  • Ruidos cardíacos
  • Pulso irregular

Si tu perro muestra uno o más de estos síntomas, debes llevarlo al veterinario para que le realice un diagnóstico preciso. Esto incluirá un examen clínico y un electrocardiograma (ECG) para registrar la actividad eléctrica del corazón. A veces también son necesarias otras pruebas como radiografías, ecografías o análisis de sangre para determinar la causa de la arritmia.

El tratamiento con antiarrítmicos generalmente solo se recomienda si la arritmia es sintomática o si hay un riesgo elevado de complicaciones graves. El objetivo es normalizar o al menos estabilizar el ritmo cardíaco, aliviar los síntomas y mejorar la calidad y esperanza de vida del perro.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los antiarrítmicos?

Como cualquier medicamento, los antiarrítmicos pueden tener efectos secundarios, que varían según el agente activo, la dosis y la sensibilidad individual del perro. Los más comunes son:

  • Problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea o pérdida de apetito
  • Trastornos del sistema nervioso como somnolencia, temblores, ataxia o convulsiones
  • Trastornos cardiovasculares como hipotensión, bradicardia o bloqueo cardíaco
  • Reacciones cutáneas como picazón, erupción o pérdida de pelo
  • Daño hepático o renal
  • Alteraciones en el cuadro sanguíneo como anemia, trombocitopenia o leucopenia

Para minimizar el riesgo de efectos secundarios, es importante seguir exactamente las instrucciones de tu veterinario y respetar la dosis prescrita y los intervalos de administración. Además, debes llevar a tu perro a controles regulares para monitorizar la eficacia y tolerancia del tratamiento. Si notas efectos secundarios en tu perro, llévalo al veterinario de inmediato y no cambies ni suspendas la medicación por tu cuenta.

 

Los fármacos antiarrítmicos son medicamentos importantes para el tratamiento de las arritmias cardiacas en perros. Pueden salvar o prolongar la vida de su perro si se utilizan correctamente. Sin embargo, también tienen efectos secundarios potenciales que debe conocer.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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