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Osteoartritis

(Redirigido desde Problemas articulares)
Una representación de Problemas articulares

La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones que afecta principalmente a los perros mayores. Puede provocar dolor, rigidez y limitación de movimientos. En esta entrada del blog descubrirás qué es la artrosis, cómo reconocerla y tratarla y cómo puedes hacer que tu perro lleve una vida lo menos dolorosa posible.

¿Qué es la artrosis?

La artrosis es un cambio degenerativo en las articulaciones que puede ser causado por desgaste, lesiones o inflamaciones. El cartílago, que protege las superficies articulares y facilita el movimiento suave, se daña o destruye. Esto lleva a la irritación de los extremos de los huesos, que pueden engrosarse y deformarse. Además, en el espacio articular pueden acumularse fragmentos óseos o productos de inflamación que restringen aún más la movilidad.

La artrosis no es curable, pero puede tratarse para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. La artrosis puede afectar cualquier articulación, pero las más comúnmente afectadas son las caderas, rodillas, codos y hombros.

¿Cómo puedo reconocer la artrosis en mi perro?

Los síntomas de la artrosis pueden variar dependiendo de la gravedad y la articulación afectada. Los signos típicos incluyen:

  • Dolor al levantarse, acostarse o subir escaleras
  • Cojera o renguear después de descansar o con esfuerzo
  • Disminución de la actividad y del deseo de jugar
  • Rigidez o dificultad para doblar o estirar las articulaciones
  • Crujidos o chirridos en las articulaciones
  • Hinchazón o calentamiento de las articulaciones
  • Cambios de comportamiento como agresividad, ansiedad o depresión

Para diagnosticar la artrosis en tu perro, debes visitar a un veterinario que pueda realizar un examen clínico y, si es necesario, radiografías.

¿Cómo trato la artrosis en mi perro?

El tratamiento de la artrosis tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y desacelerar la progresión de la enfermedad. Hay varias opciones disponibles:

  • Medicamentos: El veterinario puede prescribir medicamentos antiinflamatorios y analgésicos que se deben tomar regularmente o según sea necesario. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, por lo que debes llevar a tu perro a controles regulares.
  • Suplementos dietéticos: Hay varios suplementos que pueden promover la salud de las articulaciones, como glucosamina, condroitina o extracto de mejillón de labios verdes. Estos pueden ayudar a apoyar la formación de cartílago y reducir la inflamación.
  • Fisioterapia: Mediante ejercicios específicos, puedes fortalecer los músculos de tu perro, mejorar la movilidad y estimular la circulación sanguínea. Esto incluye masajes, estiramientos, movimientos pasivos o terapia acuática.
  • Manejo del peso: El sobrepeso pone una carga adicional en las articulaciones y empeora los síntomas de la artrosis. Por lo tanto, asegúrate de que tu perro mantenga un peso saludable y no coma en exceso.
  • Adecuación del entorno: Puedes facilitar la vida de tu perro adaptando su entorno a sus necesidades. Esto incluye una superficie suave para dormir, rampas o escalones para subir al auto o a la cama, alfombras antideslizantes o un lugar de descanso cálido y seco.

¿Cómo puedo prevenir la artrosis en mi perro?

La artrosis no siempre es prevenible, pero puedes reducir el riesgo siguiendo estos consejos:

  • Elige una raza adecuada: Algunas razas de perros son genéticamente más propensas a la artrosis que otras, especialmente razas grandes o pesadas o aquellas con patas cortas o espaldas largas. Antes de adquirir un perro, infórmate sobre los posibles problemas de salud de la raza y elige un criador serio que preste atención a la salud de sus animales.
  • Promueve un desarrollo saludable: Los perros jóvenes necesitan mucho ejercicio para su desarrollo físico y mental, pero no deben ser sobrecargados. Evita paseos demasiado largos, juegos demasiado intensos o saltos que puedan cargar las articulaciones. También asegúrate de que la dieta de tu perro contenga todos los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable.
  • Evita lesiones: Accidentes, caídas o peleas pueden provocar lesiones en las articulaciones que más tarde pueden desencadenar artrosis. Protege a tu perro de estas situaciones manteniéndolo con correa, evitando que otros perros lo provoquen o poniéndole un bozal si es agresivo.
  • Lleva a tu perro a revisiones regulares: Un diagnóstico y tratamiento tempranos de la artrosis pueden desacelerar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, lleva a tu perro al veterinario al menos una vez al año para un examen y presta atención a cualquier signo de artrosis.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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