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Glándula pituitaria

Una representación de Glándula pituitaria

La glándula pituitaria, también conocida como hipófisis, es una importante glándula hormonal situada en el cerebro de los perros y otros mamíferos. Controla muchas funciones corporales, como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y la respuesta al estrés. En esta entrada del blog, puede obtener más información sobre las tareas, enfermedades y opciones de tratamiento de la glándula pituitaria en los perros.

Funciones de la hipófisis

La glándula pituitaria consta de dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. El lóbulo anterior produce varias hormonas que estimulan o inhiben otras glándulas del cuerpo. Por ejemplo:

  • La hormona del crecimiento (STH) favorece el crecimiento de huesos, músculos y órganos.
  • La hormona estimulante del tiroides (TSH) estimula la glándula tiroides para que produzca la hormona tiroxina, que influye en el metabolismo.
  • La hormona adrenocorticotrópica (ACTH) estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan la hormona cortisol, importante en casos de estrés e inflamación.
  • La hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) controlan la reproducción en hembras y machos.

El lóbulo posterior almacena y libera dos hormonas que se producen en el diencéfalo. Por ejemplo:

  • La hormona antidiurética (ADH) regula el equilibrio hídrico del organismo ordenando a los riñones que excreten más o menos agua.
  • La oxitocina favorece el parto y la producción de leche durante la lactancia.

Enfermedades de la hipófisis

La glándula pituitaria puede verse afectada por diversas enfermedades que provocan una deficiencia o un exceso de determinadas hormonas. Las más comunes son

  • Enanismo hipofisario: se trata de un trastorno congénito en el que la hipófisis produce una cantidad insuficiente de hormona del crecimiento. El resultado es un crecimiento reducido y un retraso en el desarrollo del perro. Los síntomas incluyen un físico pequeño, un pelaje fino, defensas inmunitarias deficientes y una esperanza de vida corta. La enfermedad no puede curarse, pero el tratamiento de por vida con hormona del crecimiento puede mejorar la calidad de vida.
  • Cushing hipofisario: se trata de una hiperfunción de la hipófisis en la que se produce demasiada ACTH. El resultado es una sobreproducción de cortisol en las glándulas suprarrenales. Los síntomas incluyen barriga gorda, pelaje fino, aumento de la sed y el hambre, menor rendimiento y mayor propensión a las infecciones. La enfermedad puede tratarse con medicación o cirugía.
  • Diabetes insípida: se trata de una hipofunción del lóbulo posterior de la hipófisis en la que se produce muy poca ADH. El resultado es una alteración del equilibrio hídrico del organismo, que provoca una sed intensa y una mayor excreción de orina. Los síntomas son boca seca, piel seca, pérdida de peso y deshidratación. La enfermedad puede tratarse con medicación o una dieta especial.

Opciones de tratamiento de la hipófisis

El tratamiento de los trastornos de la glándula pituitaria depende del tipo y la gravedad del trastorno. En algunos casos, la medicación puede ayudar a regular o sustituir la producción hormonal. En otros casos, puede ser necesaria la cirugía para extirpar un tumor o quiste que esté afectando a la hipófisis. En cualquier caso, es importante realizar un seguimiento regular y ajustar la terapia para evitar posibles efectos secundarios o complicaciones.

 

Si sospecha que su perro padece una enfermedad de la hipófisis, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. Un diagnóstico y tratamiento precoces pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida de tu perro.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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