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Anticoagulantes

Una representación de Anticoagulantes

Los anticoagulantes son fármacos que inhiben o ralentizan la coagulación de la sangre. Suelen utilizarse para tratar o prevenir trombosis, embolias o infartos. Pero, ¿cómo actúan en los perros? ¿Y cuándo son útiles o peligrosos?

Mecanismo de acción de los anticoagulantes

Los anticoagulantes interfieren en el complejo proceso de coagulación de la sangre, que consta de varios pasos. Activan diferentes factores que finalmente conducen a la formación de una red de fibrina que detiene el sangrado. Los anticoagulantes pueden actuar en diferentes puntos de este proceso para interrumpirlo o ralentizarlo.

Hay diferentes tipos de anticoagulantes que contienen diferentes ingredientes activos. Los más conocidos son:

  • Heparina: Una molécula natural que inhibe la actividad de la trombina, un factor importante en la coagulación de la sangre. La heparina se administra generalmente por inyección y actúa rápidamente, pero su efecto es breve.
  • Warfarina: Una molécula sintética que impide la formación de factores de coagulación dependientes de la vitamina K. La vitamina K es una vitamina esencial necesaria para la coagulación de la sangre. La warfarina se toma en forma de tableta y tiene un efecto lento pero prolongado.
  • Clopidogrel: Una molécula sintética que afecta la función de las plaquetas. Las plaquetas son pequeñas células que se adhieren unas a otras en caso de lesión e inician el proceso de coagulación. El clopidogrel se toma en forma de tableta y tiene un efecto de duración media.

Uso de anticoagulantes en perros

Los anticoagulantes rara vez se usan en perros debido a su alto riesgo de efectos secundarios. El efecto secundario más común es una mayor tendencia al sangrado, que puede llevar a hemorragias graves o potencialmente mortales. Además, los anticoagulantes pueden interactuar con otros medicamentos o alimentos y aumentar o disminuir su efecto.

Los anticoagulantes se usan en perros solo en ciertas situaciones, por ejemplo:

  • En enfermedades cardíacas que aumentan el riesgo de trombosis o embolia, como en el caso de insuficiencia cardíaca o defectos de las válvulas cardíacas.
  • En caso de envenenamiento por raticida que también contiene warfarina. En este caso, el veneno debe ser antagonizado con vitamina K para prevenir una hemorragia mortal.
  • En cirugías o traumas que pueden causar un trastorno temporal de la coagulación.

Dosificación y control de anticoagulantes en perros

La dosificación de anticoagulantes en perros debe ser personalizada según el peso, el estado de salud y el objetivo del tratamiento. La dosificación debe ser revisada y ajustada regularmente para lograr un efecto óptimo y evitar efectos secundarios.

El control de los anticoagulantes en perros se realiza mediante análisis de sangre que miden el tiempo de coagulación o el factor de coagulación. Estas pruebas deben realizarse en un laboratorio especializado y a menudo son costosas y complejas. La frecuencia del control depende del tipo de anticoagulante y de la razón de su uso.

Precauciones en el uso de anticoagulantes en perros

La aplicación de anticoagulantes en perros requiere una supervisión cuidadosa por parte del veterinario y del dueño. Se deben tener en cuenta las siguientes precauciones:

  • Sigue exactamente las instrucciones del veterinario respecto a la dosificación, el momento de administración y la duración del tratamiento.
  • Informa al veterinario sobre cualquier otro medicamento o suplemento que tu perro esté tomando, ya que pueden influir en la efectividad de los anticoagulantes.
  • Evita dar a tu perro alimentos ricos en vitamina K, como verduras de hoja verde, hígado o huevos, ya que pueden disminuir la efectividad de la warfarina.
  • Observa a tu perro en busca de signos de hemorragia, como mucosas pálidas, sangre en orina o heces, sangrado nasal o gingival. Si notas alguna hemorragia, lleva a tu perro al veterinario inmediatamente.
  • Evita exponer a tu perro a lesiones innecesarias, como objetos afilados, juegos bruscos o peleas con otros perros. Si tu perro se lesiona, intenta detener la hemorragia y consulta a un veterinario.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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