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anemia hemolítica

(Przekierowano z anemia hemolítica)

La anemia hemolítica es una enfermedad grave que provoca la falta de glóbulos rojos en los perros. Los glóbulos rojos son responsables del transporte de oxígeno en el cuerpo y si se destruyen, esto puede dar lugar a diversas dolencias y complicaciones. En esta entrada del blog, usted aprenderá acerca de las causas, síntomas y opciones de tratamiento para la anemia hemolítica en perros.

¿Qué es la anemia hemolítica?

La anemia hemolítica es una forma de anemia causada por un aumento de la degradación de los glóbulos rojos (eritrocitos). Esta degradación puede producirse en el sistema vascular o en el bazo. El bazo es un órgano encargado de filtrar y descomponer las células sanguíneas viejas o dañadas.

Si los glóbulos rojos se descomponen más rápido de lo que pueden reponerse, se produce una escasez de estas células en la sangre. Esto reduce el suministro de oxígeno a los órganos y tejidos, lo que repercute negativamente en la salud y el bienestar del perro.

¿Cuáles son las causas de la anemia hemolítica?

Hay varios factores que pueden provocar anemia hemolítica en los perros. Los más comunes son

  • Herencia: algunos perros pueden tener una predisposición genética a la anemia hemolítica. Esto afecta principalmente a ciertas razas como el Springer Spaniel Inglés, el Cocker Spaniel o el Setter Irlandés. Estos perros pueden tener una malformación o inestabilidad de los glóbulos rojos, lo que les hace más susceptibles a la anemia hemolítica.
  • Enfermedades autoinmunes: En algunos perros, el sistema inmunitario puede estar mal dirigido y reconocer sus propios glóbulos rojos como extraños y atacarlos. Esto da lugar a la llamada anemia hemolítica inmunomediada (AHIM), que es una de las causas más comunes de anemia en perros. Las causas de esta reacción autoinmune no siempre están claras, pero pueden estar relacionadas con infecciones, vacunas, medicación o tumores.
  • Infecciones: Ciertos agentes infecciosos como bacterias, virus o parásitos también pueden causar anemia hemolítica en perros. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, las leptospiras, los parvovirus o la babesia. Estos patógenos pueden dañar directamente los glóbulos rojos o estimular al sistema inmunitario para que los destruya.
  • Envenenamiento: Algunas sustancias como la cebolla, el ajo, el zinc o el cobre pueden ser tóxicas para los glóbulos rojos y provocar su rotura. Esto provoca la llamada hemólisis intravascular, en la que los glóbulos rojos se desintegran en el torrente sanguíneo.
  • Traumatismos: las lesiones u operaciones graves también pueden provocar una pérdida grave de sangre y, por tanto, anemia. Sin embargo, esto no suele ocurrir.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia hemolítica?

Los síntomas de la anemia hemolítica en perros pueden variar en función de la gravedad y la causa. Los signos típicos son

  • Palidez: las mucosas de su perro, como las encías, los párpados o las orejas, pueden tener un aspecto pálido o amarillento. Esto se debe a que la hemoglobina de los glóbulos rojos es la responsable del color rojo y, si falta, la palidez se hace visible.
  • Debilidad: Su perro puede mostrarse letárgico, cansado y apático. También puede tener menos apetito y perder peso. Esto se debe a que no recibe suficiente oxígeno para mantener sus niveles de energía.
  • Dificultad respiratoria: Su perro puede respirar más deprisa o con más dificultad de lo normal. También puede jadear o toser. Esto se debe a que está intentando tomar más oxígeno para compensar su falta.
  • Palpitaciones: Su perro puede tener un aumento de los latidos del corazón o del pulso. También puede latir de forma irregular o débil. Esto se debe a que el corazón tiene que trabajar más para bombear sangre por todo el cuerpo.
  • Agrandamiento del bazo: El bazo de su perro puede hincharse o endurecerse. Esto se debe a que descompone o almacena más glóbulos rojos de lo normal.
  • Ictericia: La piel o el pelo de su perro pueden tener un aspecto amarillento. Esto se debe a que la bilirrubina, un producto de descomposición de la hemoglobina, se acumula en el cuerpo y no se excreta.
  • Orina oscura: la orina de su perro puede tener un aspecto amarillo oscuro o marrón. Esto se debe a que la hemoglobina o la bilirrubina se eliminan por la orina.
  • Fiebre: Su perro puede tener una temperatura corporal elevada. Esto se debe a que tiene una infección o inflamación que está causando o empeorando su anemia.

¿Cómo se diagnostica la anemia hemolítica?

Si sospecha que su perro padece anemia hemolítica, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. El veterinario realizará un examen exhaustivo y solicitará diversas pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar la causa. Las pruebas más importantes son

  • Recuento sanguíneo: esta prueba mide el número y la proporción de las distintas células sanguíneas en la sangre de su perro. Muestra si su perro tiene anemia y su gravedad. También indica si se trata de una anemia regenerativa o no regenerativa. La anemia regenerativa significa que la médula ósea todavía es capaz de producir nuevos glóbulos rojos, mientras que la anemia no regenerativa significa que no es así.
  • Frotis sanguíneo: esta prueba examina la forma y el tamaño de los glóbulos rojos al microscopio. Indica si existen anomalías o daños en las células que puedan indicar una anemia hemolítica.
  • Recuento de reticulocitos: esta prueba mide el número de glóbulos rojos jóvenes en la sangre de su perro. Muestra la respuesta de la médula ósea a la anemia y la producción de células nuevas.
  • Prueba de Coombs: esta prueba comprueba si hay anticuerpos en la sangre de su perro dirigidos contra sus propios glóbulos rojos. Indica si se trata de una anemia hemolítica inmunomediada.
  • Nivel de bilirrubina: esta prueba mide el nivel de bilirrubina en la sangre de su perro. Indica la cantidad de glóbulos rojos que se están descomponiendo y si se está produciendo ictericia.
  • Análisis de orina: esta prueba examina el color, el olor, la densidad y otros parámetros de la orina de su perro. Muestra si hay hemoglobina o bilirrubina en la orina y si hay infección o enfermedad renal.

En función de la sospecha, el veterinario también puede realizar otras pruebas, como radiografías, ecografías o muestras de tejido.

Tratamiento de la anemia hemolítica en perros

El tratamiento de la anemia hemolítica en perros depende de la gravedad de la enfermedad y de la causa subyacente. El objetivo es detener o ralentizar la degradación de los glóbulos rojos, fomentar la producción de nuevos glóbulos rojos y aliviar los síntomas.

Los posibles métodos de tratamiento incluyen

  • Una transfusión de sangre si el perro ha sufrido una pérdida grave de sangre o tiene un hematocrito muy bajo. Se trata de transfundir al perro sangre donada por otro perro para mejorar el transporte de oxígeno.
  • Medicación para combatir la causa de la anemia hemolítica o para suprimir el sistema inmunitario. Puede tratarse de antibióticos, antiparasitarios, corticosteroides o inmunosupresores.
  • Una operación para extirpar el bazo si es responsable de la degradación de los glóbulos rojos o si tiene un tumor. El bazo es un órgano que filtra y descompone las células sanguíneas viejas o dañadas.
  • Tratamiento con ácido fólico para favorecer la formación de nuevos glóbulos rojos. El ácido fólico es una vitamina importante para la división celular.
  • Tratamiento con inmunoglobulinas intravenosas para evitar que los anticuerpos se unan a los glóbulos rojos. Las inmunoglobulinas son proteínas que regulan el sistema inmunitario.

El tratamiento de la anemia hemolítica en perros puede ser largo y costoso. También puede provocar efectos secundarios o complicaciones. Por lo tanto, es importante que lleve a su perro al veterinario con regularidad para comprobar sus valores sanguíneos y ajustar la terapia.

Prevención de la anemia hemolítica en perros

La anemia hemolítica en perros no siempre puede prevenirse, ya que a menudo tiene una causa genética o inmunológica. Sin embargo, hay algunas medidas que puede tomar para reducir el riesgo o reconocer la enfermedad a tiempo. Entre ellas se incluyen:

  • Desparasitación periódica y control de parásitos del perro.
  • Una dieta sana y equilibrada
  • Evitar sustancias potencialmente tóxicas para el perro, como la cebolla, el ajo, el chocolate o el veneno para ratas.
  • Vacunar al perro contra las enfermedades infecciosas que pueden causar anemia hemolítica.
  • Revisiones periódicas en el veterinario, especialmente a medida que el perro envejece o padece alguna enfermedad preexistente.

Autorzy zakładają, że w przypadku choroby zwierzęcia należy skonsultować się z weterynarzem, a leki należy przyjmować wyłącznie po konsultacji z lekarzem lub farmaceutą. Tylko indywidualne badanie może doprowadzić do postawienia diagnozy i podjęcia decyzji o leczeniu.

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