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Trauma

Los perros son compañeros leales y adorables que nos dan mucha alegría. Sin embargo, algunos perros han tenido malas experiencias en su vida que les han traumatizado. El trauma es una lesión psicológica desencadenada por un acontecimiento extremadamente estresante o amenazador. Los perros traumatizados suelen mostrar problemas de comportamiento como ansiedad, agresividad, depresión o hiperactividad. Sufren estrés y tienen dificultades para adaptarse a nuevas situaciones.

¿Cuáles son las causas de los traumatismos en los perros?

Hay muchas causas posibles de traumatismo en los perros, por ejemplo

  • Abuso o negligencia por parte de humanos
  • Violencia o ataques de otros animales
  • Accidentes o lesiones
  • Pérdida o separación de los cuidadores
  • Catástrofes naturales o guerras
  • Aislamiento o soledad

¿Cómo se reconoce un trauma en un perro?

Los traumas en los perros pueden manifestarse de distintas formas, dependiendo de la gravedad del trauma y de cómo lo esté afrontando el perro. Algunos signos típicos de trauma en perros son

  • Miedo a determinadas personas, lugares, ruidos u objetos
  • Agresión hacia personas u otros animales
  • Depresión o apatía
  • Hiperactividad o inquietud
  • Comportamiento destructivo o autolesiones
  • Retraimiento o evitación del contacto
  • Trastornos del sueño o pesadillas
  • Cambios en el comportamiento alimentario o en el peso
  • Jadeo, temblores o lloriqueos frecuentes

¿Cómo puede tratarse un traumatismo en un perro?

Los traumatismos en perros son una afección grave que requiere ayuda profesional. Si sospecha que su perro ha sufrido un traumatismo, consulte a un veterinario o a un psicólogo especializado en animales. Ellos pueden determinar la causa y la gravedad del trauma y recomendar una terapia adecuada. La terapia puede variar según el caso, pero algunos consejos generales son

  • Dé a su perro mucho cariño y tranquilícelo. Demuéstrele que está a su lado y que puede confiar en usted.
  • Respete los límites de su perro. No le obligues a hacer nada que le asuste o le estrese. Deje que decida a su ritmo cuándo está preparado para nuevas experiencias.
  • Cree un entorno tranquilo y estable para su perro. Evite ruidos fuertes, cambios bruscos u otros estímulos que puedan abrumarle.
  • Fomente la confianza de su perro en sí mismo y sus ganas de vivir. Ofrézcale diversas actividades, como juguetes, paseos o adiestramiento. Elógielo por sus progresos y recompénselo con golosinas.
  • Sea paciente y comprensivo con su perro. No espere que se recupere rápidamente ni que vuelva a ser como antes del trauma. Necesita tiempo y apoyo para curarse.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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