Envenenamiento de la sangre
La intoxicación sanguínea, también conocida como septicemia, es una enfermedad potencialmente mortal causada por una infección en el organismo. Las bacterias u otros patógenos entran en el torrente sanguíneo y desencadenan una reacción inflamatoria grave. Esto da lugar a daños en los órganos, que pueden provocar fallos o incluso la muerte.
Causas y síntomas
La intoxicación sanguínea en los perros puede deberse a diversos factores, por ejemplo heridas abiertas, lesiones por mordedura, problemas dentales, enfermedades internas u operaciones. Los síntomas suelen ser inespecíficos y pueden variar en función de la gravedad. Los signos más comunes son
- Fiebre
- debilidad
- Pérdida de apetito
- vómitos
- diarrea
- dificultad para respirar
- palpitaciones
- Shock
Diagnóstico y tratamiento
Si sospecha que su perro sufre una intoxicación sanguínea, debe consultar inmediatamente a un veterinario. El diagnóstico se basará en análisis de sangre, orina, radiografías o ecografías. El tratamiento depende de la causa y del estado del animal. Suelen administrarse antibióticos, infusiones, analgésicos y otros medicamentos para combatir la infección y sostener los órganos. En algunos casos, también puede ser necesaria la cirugía.
Prevención y pronóstico
La intoxicación sanguínea es una enfermedad grave que puede ser mortal si no se trata rápidamente. Para minimizar el riesgo, asegúrese de que su perro está vacunado y desparasitado, visita al veterinario con regularidad y no tiene heridas abiertas. Si observas una herida, debes mantenerla limpia y desinfectarla. También debes ofrecer a tu perro una dieta equilibrada y mucha agua para reforzar su sistema inmunitario.
Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.
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