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Peróxido de hidrógeno

Una representación de Peróxido de hidrógeno

El peróxido de hidrógeno es un compuesto químico formado por agua y oxígeno. Se utiliza a menudo como desinfectante o agente blanqueador. Pero ¿sabía que también puede ser útil para los perros? En este artículo descubrirá cómo utilizar correctamente el peróxido de hidrógeno en su perro y qué debe tener en cuenta.

¿Por qué utilizar peróxido de hidrógeno en perros?

Hay dos razones principales por las que debe utilizar peróxido de hidrógeno en su perro: para limpiar una herida o para tratar una intoxicación.

Limpieza de una herida

Si su perro tiene una herida pequeña, puede utilizar agua oxigenada para limpiarla y desinfectarla. El peróxido de hidrógeno mata las bacterias y previene la infección. Sin embargo, sólo debes utilizar una solución de peróxido de hidrógeno al 3%, que puedes comprar en la farmacia o droguería. Una concentración mayor puede irritar o dañar la piel de tu perro.

Procede de la siguiente manera

  • Corta el pelo alrededor de la herida para evitar que se pegue.
  • Aclara la herida con agua limpia para eliminar la suciedad y los restos.
  • Seca la herida con un paño limpio.
  • Empapa un algodón o gasa con agua oxigenada y presiona suavemente sobre la herida. Déjala actuar unos segundos.
  • Vuelve a secar la herida y, si es necesario, ponte un vendaje.
  • Repite el proceso una o dos veces al día hasta que la herida haya cicatrizado.

Tratamiento de la intoxicación

Si tu perro ha comido algo que no debía, como chocolate, uvas o medicamentos, el agua oxigenada puede ayudarle a escupir el veneno. El peróxido de hidrógeno irritará el estómago del perro y le provocará el vómito. Sin embargo, sólo debes utilizar peróxido de hidrógeno si te lo ha aconsejado tu veterinario o si no tienes otra forma de conseguir ayuda rápidamente. Además, sólo debes utilizar una solución de peróxido de hidrógeno al 3% y no más de 10 ml por cada 5 kg de peso corporal de tu perro.

Procede de la siguiente manera

  • Mezcla el peróxido de hidrógeno con un poco de agua o comida para perros para mejorar el sabor.
  • Introduce la mezcla en la boca de tu perro con una jeringuilla o una cuchara. Sujétale la cabeza ligeramente hacia arriba para que trague.
  • Espera unos minutos para ver si vomita. Si no vomita, puedes volver a darle la misma cantidad, pero no más de dos veces en total.
  • Si tu perro ha vomitado, recoge el vómito y llévalo al veterinario para que lo analice.
  • No le des comida ni agua durante unas horas después del vómito para proteger su estómago.

Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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