Skip to main content

Oreja de sangre

Una representación de Oreja de sangre

Una oreja de sangre es una inflamación dolorosa en el oído de un perro causada por una acumulación de sangre entre la piel y el cartílago del pabellón auricular. Las causas de una oreja de sangre pueden ser variadas, desde lesiones a parásitos o alergias. En este artículo, aprenderá a reconocer, tratar y prevenir una oreja de sangre en su perro.

¿Cómo se reconoce una otitis hemorrágica?

Una otitis hemorrágica suele reconocerse por los siguientes síntomas:

  • La oreja está gruesa, abultada y caliente.
  • El perro sacude la cabeza o se rasca la oreja.
  • El perro muestra dolor o molestias al tocarse la oreja.
  • La oreja cuelga o está girada hacia fuera.
  • La oreja puede tener un color azulado o rojizo.

Si observa uno o más de estos signos en su perro, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. Una oreja de sangre no tratada puede provocar daños permanentes en el cartílago de la oreja o una infección.

¿Cómo se trata una oreja de sangre?

El tratamiento de una oreja de sangre depende de la gravedad y la causa de la afección. En algunos casos, la sangre puede absorberse por sí sola, mientras que en otros debe extraerse quirúrgicamente. El veterinario examinará primero la oreja y realizará una punción para drenar la sangre y tomar una muestra. La muestra se analizará en busca de bacterias, hongos o parásitos para determinar la causa subyacente de la sangre en la oreja. En función de los resultados, el veterinario prescribirá el tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios o cortisona. A continuación, se inmoviliza la oreja con un vendaje o una férula para evitar que siga sangrando. El perro debe llevar un collar para evitar rascarse la oreja. El tratamiento puede durar varias semanas hasta que la oreja esté completamente curada.

¿Cómo puede prevenirse una oreja sangrante?

Para prevenir una oreja sangrante, debe tomar las siguientes medidas:

  • Revise regularmente las orejas de su perro para detectar signos de inflamación, lesiones o parásitos.
  • Limpie con cuidado los oídos de su perro con un paño suave o una solución especial para oídos. Evite los bastoncillos de algodón u objetos punzantes que puedan dañar el oído.
  • Recorte el pelo de las orejas de su perro para mejorar la circulación del aire y reducir la humedad.
  • Proteja las orejas de su perro de temperaturas extremas, corrientes de aire o agua.
  • Trate las alergias u otras afecciones que puedan debilitar el sistema inmunitario de su perro.
  • Evite tirar o hurgar las orejas de su perro, sobre todo si las tiene largas.

La otitis hemorrágica es una afección grave que no debe ignorarse. Si actúas a tiempo y proporcionas a tu perro los cuidados adecuados, puedes ahorrarle mucho sufrimiento y mejorar su calidad de vida.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

Podemos ayudarle a encontrar su veterinario más cercano → Así