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Glucósidos cardíacos

Una representación de Glucósidos cardíacos

Los glucósidos cardíacos son un grupo de sustancias activas extraídas de las plantas que pueden mejorar la función cardíaca. Se utilizan principalmente en personas con insuficiencia cardiaca, pero también en algunos perros que padecen enfermedades cardiacas. En este artículo encontrará más información sobre los efectos, el uso y los efectos secundarios de los glucósidos cardíacos en los perros.

¿Qué son los glucósidos cardíacos?

Los glucósidos cardíacos son compuestos químicos que pueden aislarse de diversas especies vegetales, como la dedalera (Digitalis), la cebolla de mar (Scilla) o el lirio de los valles (Convallaria). Tienen una estructura común que consiste en una parte de azúcar (glicona) y una parte esteroide (aglicona). La aglicona es responsable del efecto sobre el corazón, mientras que la glicona influye en la hidrosolubilidad y la excreción.

¿Cómo actúan los glucósidos cardíacos?

Los glucósidos cardíacos actúan directamente sobre las células del músculo cardíaco y aumentan la concentración de calcio en ellas. Esto provoca una contracción más fuerte del corazón, que bombea más sangre a la circulación. Los glucósidos cardíacos también ralentizan los impulsos eléctricos que provocan los latidos del corazón, evitando que la frecuencia cardíaca sea demasiado rápida o irregular. Esto alivia el corazón y le permite trabajar con mayor eficacia.

¿Cuándo se utilizan los glucósidos cardíacos en perros?

Los glucósidos cardíacos se utilizan principalmente en perros con insuficiencia cardíaca crónica, es decir, cuando el corazón ya no puede transportar suficiente sangre al organismo. Esto puede deberse a varias causas, como un agrandamiento del corazón (miocardiopatía dilatada), un engrosamiento de la pared del corazón (miocardiopatía hipertrófica) o un defecto en las válvulas del corazón (valvulopatía). Los síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden ser Dificultad para respirar, tos, debilidad, pérdida de peso o acumulación de líquido en el abdomen o los pulmones.

Los glucósidos cardíacos suelen administrarse en combinación con otros medicamentos, como diuréticos (diuréticos), inhibidores de la ECA (antihipertensivos) o betabloqueantes (reductores del ritmo cardíaco). La dosis exacta y la duración del tratamiento dependerán de la gravedad de la enfermedad y de la respuesta individual del perro. Su veterinario podrá darle más información al respecto.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los glucósidos cardíacos en los perros?

Los glucósidos cardíacos son fármacos muy eficaces, pero también muy tóxicos. Tienen un estrecho margen terapéutico, lo que significa que incluso una pequeña sobredosis puede provocar síntomas graves de intoxicación. Los efectos secundarios más frecuentes de los glucósidos cardíacos en perros son

  • Molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea.
  • Arritmias cardiacas como extrasístoles, fibrilación auricular o fibrilación ventricular
  • Trastornos nerviosos como temblores, calambres o alteraciones visuales
  • Reacciones alérgicas como erupciones cutáneas, picores o dificultad para respirar.

Si observa uno o más de estos síntomas en su perro, debe ponerse en contacto con su veterinario o acudir a una clínica veterinaria inmediatamente. La intoxicación con glucósidos cardíacos puede poner en peligro la vida y debe tratarse rápidamente.

¿Cómo puede ayudar a su perro?

Si su perro padece una enfermedad cardiaca y se le administran glucósidos cardiacos, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle:

  • Siga al pie de la letra las instrucciones del veterinario en cuanto a dosis y controles.
  • Mantenga la medicación en un lugar seguro y evite mezclarla con otros medicamentos o suplementos.
  • Dé a su perro una dieta equilibrada y fácil de digerir que no sea demasiado salada ni grasienta.
  • Proporcione a su perro suficiente ejercicio, pero evite el sobreesfuerzo o el estrés.
  • Vigile de cerca a su perro para detectar posibles efectos secundarios o un empeoramiento de su enfermedad.

Los glucósidos cardíacos son una opción de tratamiento importante para los perros con insuficiencia cardíaca, pero también requieren un uso y un seguimiento cuidadosos. Si está bien informado y colabora con su veterinario, puede ayudar a su perro a vivir más y mejor.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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