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Deficiencia de vitamina E

La vitamina E es un nutriente vital para su perro que cumple muchas funciones en el organismo. Protege las células de los radicales libres dañinos, refuerza el sistema inmunitario, favorece la salud de la piel, los ojos y los intestinos y ayuda a utilizar las grasas y otros nutrientes. Pero, ¿cómo saber si su perro consume suficiente vitamina E? ¿Y qué puede hacer para prevenir una carencia? En este artículo aprenderá todo lo que necesita saber sobre la vitamina E para perros.

¿Cuánta vitamina E necesita su perro?

Las necesidades de vitamina E dependen de varios factores, como la edad, el nivel de actividad, el estado de salud y la dieta del perro. Como regla general, las necesidades de vitamina E de un perro son de al menos 0,6 mg de vitamina E por kilo de peso corporal. También puede ser ligeramente superior en el caso de perros especialmente activos, ancianos o enfermos. Según el profesor Meyer ("Ernährung des Hundes"), para los perros de carreras se presuponen 3 mg de vitamina E por kilo.

¿Cuáles son las consecuencias de una carencia de vitamina E?

La falta de vitamina E puede provocar diversos problemas que pueden afectar a la salud y el bienestar de su perro. Los posibles síntomas incluyen

  • Disminución de la fertilidad
  • Trastornos del crecimiento
  • Debilidad y deterioro muscular
  • Problemas de piel y pelaje
  • Enfermedades oculares
  • Susceptibilidad a las infecciones
  • Daños en el tejido nervioso y glandular
  • Favorece la inflamación y el cáncer

La carencia de vitamina E puede deberse a varias causas, como una dieta desequilibrada o de mala calidad, una absorción o utilización deficiente de la vitamina E en el intestino o una mayor necesidad debido al estrés o a una enfermedad.

¿Cómo se puede prevenir una carencia de vitamina E?

La mejor manera de prevenir una carencia de vitamina E es proporcionar a su perro una dieta equilibrada y de alta calidad que contenga todos los nutrientes importantes. La vitamina E es una vitamina liposoluble que se encuentra principalmente en los aceites vegetales, los frutos secos y las verduras. Las fuentes animales como la yema de huevo, la leche, la carne, el pescado y el queso también contienen pequeñas cantidades de vitamina E.

Si alimenta a su perro con comida seca, debe asegurarse de que se ha conservado con vitamina E natural y no con conservantes sintéticos como BHT (E321), BHA (E320) o etoxiquina, que pueden ser perjudiciales para la salud. Tampoco debe almacenar el alimento durante demasiado tiempo ni calentarlo demasiado, ya que esto puede destruir la vitamina E.

Si le das a tu perro comida fresca o cruda, también puedes añadir un aceite de alta calidad con un alto contenido en vitamina E, por ejemplo aceite de germen de trigo, aceite de linaza o aceite de cáñamo. También existen suplementos especiales con vitamina E pura. La dosis depende del peso del perro y no debe superarse, ya que de lo contrario existe el riesgo de sobredosis.

Aunque la sobredosis de vitamina E es poco frecuente, es posible. Puede provocar daños en el hígado y afectar a la coagulación de la sangre. Por lo tanto, consulte siempre a un veterinario antes de administrar más vitamina E a su perro.

 

La vitamina E es un nutriente importante para su perro que tiene muchos efectos positivos sobre su salud. La falta de vitamina E puede provocar diversas dolencias, pero puedes prevenirlas con una dieta equilibrada y, si es necesario, un suplemento sensato. Preste siempre atención a la calidad y la dosis del alimento y la vitamina E para evitar una sobredosis. Si no está seguro de si su perro recibe suficiente vitamina E o muestra signos de carencia, consulte a un veterinario.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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