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Calambres

Una representación de Calambres

Los calambres son contracciones musculares involuntarias que pueden producirse en los perros. Pueden tener diversas causas, como enfermedades del sistema nervioso, intoxicaciones, infecciones o lesiones. En este artículo aprenderás a reconocer, tratar y prevenir los calambres en tu perro.

¿Cómo reconozco los calambres en mi perro?

Los calambres suelen caracterizarse por temblores, contracciones o rigidez de los músculos. Su perro puede perder el conocimiento o defecar u orinar de forma incontrolada. La duración de una convulsión puede variar de unos segundos a varios minutos. Durante una crisis convulsiva, no debe tocar ni coger a su perro, ya que podría herirle o prolongar la crisis. En su lugar, intente protegerle de las lesiones manteniéndole alejado de objetos afilados o duros y proporcionándole una superficie blanda.

¿Cuáles son las posibles causas de las convulsiones en los perros?

Las convulsiones pueden tener varias causas, que varían en función de la edad, la raza y el estado de salud del perro. Algunas de las más comunes son:

  • Epilepsia: enfermedad crónica del sistema nervioso que provoca convulsiones recurrentes. La causa suele ser desconocida, pero puede ser genética o desencadenada por lesiones o tumores cerebrales.
  • Envenenamiento: la exposición a sustancias tóxicas como el chocolate, el veneno para ratas, las drogas o las plantas puede provocar convulsiones. Los síntomas dependen del tipo y la cantidad de veneno y pueden incluir vómitos, diarrea, dificultad para respirar o pérdida del conocimiento, así como convulsiones.
  • Infección: Las infecciones bacterianas o víricas, como el moquillo, la rabia o la meningitis, pueden dañar el sistema nervioso del perro y provocar convulsiones. Además de las convulsiones, los síntomas pueden incluir fiebre, pérdida de apetito, letargo o cambios de comportamiento.
  • Lesiones: los traumatismos en la cabeza o la espalda pueden causar hemorragias, hinchazón o presión en el sistema nervioso del perro y provocar convulsiones. Los síntomas pueden incluir dolor, debilidad o parálisis, además de convulsiones.

¿Cómo puedo tratar los calambres en mi perro?

El tratamiento de las convulsiones en su perro depende de la causa subyacente. Por lo tanto, siempre debe consultar a un veterinario después de una convulsión, que puede hacer un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento adecuado. Los posibles métodos de tratamiento son

  • Medicación: Existen varios medicamentos que pueden reducir la frecuencia y gravedad de las convulsiones. Normalmente deben tomarse de por vida y pueden tener efectos secundarios como fatiga, aumento de peso o daños hepáticos.
  • Cirugía: En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar la causa de las convulsiones, por ejemplo, para extirpar un tumor cerebral o una hemorragia.
  • Terapias alternativas: También existen terapias alternativas que pueden reducir la propensión de tu perro a sufrir convulsiones, como la acupuntura, la homeopatía o el aceite de CBD. No obstante, estas terapias siempre deben consultarse con el veterinario.

¿Cómo puedo prevenir los calambres en mi perro?

La prevención de los calambres en su perro también depende de la causa subyacente. Algunos consejos generales son:

  • Siga el plan de tratamiento de su veterinario y administre a su perro la medicación prescrita con regularidad y en la dosis correcta.
  • Evite los factores estresantes para su perro, como los ruidos fuertes, los cambios bruscos o el sobreesfuerzo.
  • Proteja a su perro de sustancias tóxicas manteniéndolas fuera de su alcance y no dándole alimentos que puedan ser perjudiciales para él.
  • Mantenga a su perro vacunado y desparasitado para reducir el riesgo de infecciones.
  • Proporcione a su perro una dieta equilibrada y ejercicio suficiente para fortalecer su sistema inmunitario y su musculatura.

Las convulsiones en los perros son un problema de salud grave que requiere un tratamiento rápido y profesional. Si conoce los signos y las causas de las convulsiones en su perro, podrá ayudarle a llevar una vida lo menos dolorosa posible.


Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.

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