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Spirulina

Una representación de Spirulina

La espirulina es una microalga considerada un superalimento para humanos y animales. Contiene muchos nutrientes valiosos que pueden reforzar el sistema inmunitario, facilitar la digestión y favorecer la salud. En este artículo descubrirá qué es la espirulina, cómo actúa y qué debe tener en cuenta al dársela a su perro.

¿Qué es la espirulina?

La espirulina es un alga verde azulada que es uno de los organismos vivos más antiguos de la Tierra. Se encuentra en lagos y aguas saladas y puede alimentarse por fotosíntesis. La espirulina tiene una estructura en espiral, de ahí su nombre, y un color verde, que se crea por la clorofila.

Varios pueblos han utilizado la espirulina como alimento durante siglos. Hoy se cultiva y se cosecha en granjas acuáticas especiales. Suele venderse en polvo o en comprimidos y puede tomarse como suplemento dietético.

¿Cuáles son los principios activos de la espirulina?

La espirulina es una auténtica bomba de nutrientes. Está compuesta por más de un 50% de proteínas, que contienen todos los aminoácidos esenciales. También contiene muchas vitaminas, especialmente vitaminas A y B12, minerales como hierro, calcio y magnesio, oligoelementos como zinc, selenio y yodo, ácidos grasos como omega-3 y omega-6, antioxidantes como betacaroteno y ficocianina, así como enzimas y clorofila.

Estos nutrientes tienen diversos efectos positivos en el organismo. Por ejemplo, pueden

  • reforzar el sistema inmunitario y proteger contra las infecciones
  • favorecer la digestión y mejorar la flora intestinal
  • favorecer la salud de la piel y el pelo y aliviar las alergias
  • estimular la hematopoyesis y mejorar el suministro de oxígeno
  • favorecer la desintoxicación del organismo y eliminar sustancias nocivas
  • favorecer la regeneración celular y proteger contra los radicales libres
  • estimulan el metabolismo y aumentan la producción de energía
  • regula el equilibrio hormonal y reduce el estrés

¿Es la espirulina adecuada para los perros?

La espirulina también puede ser un suplemento dietético valioso para los perros. La espirulina puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, especialmente en perros que padecen síntomas carenciales, enfermedades crónicas o alergias.

Pero los perros sanos también pueden beneficiarse de la espirulina. Por ejemplo, puede utilizarse durante el periodo de muda de pelo, durante un mayor esfuerzo físico o mental o para prevenir dolencias relacionadas con la edad.

¿Cómo se administra la espirulina a los perros?

La espirulina puede administrarse en polvo o en comprimidos. La dosis depende del peso del perro, de su estado de salud y de la finalidad de la alimentación. La pauta es

  • de 0,5 a 1 gramo al día para perros pequeños de hasta 10 kg
  • de 1 a 2 gramos al día para perros medianos de hasta 20 kg
  • de 2 a 4 gramos al día para perros grandes de más de 20 kg

Es aconsejable empezar con una dosis pequeña e ir aumentándola poco a poco. Esto permite que el perro se acostumbre al sabor y al efecto. La espirulina debe mezclarse siempre con suficiente agua para que se absorba bien.

La espirulina puede administrarse tanto de forma permanente como a modo de cura. Sin embargo, si se administra de forma continua, debe hacerse una pausa con regularidad para evitar una sobredosis. Si se administra como cura, la duración debe ajustarse en función de las necesidades.

¿Existen efectos secundarios o riesgos en la alimentación con espirulina?

Se considera que la espirulina es muy bien tolerada y segura para los perros. Los efectos secundarios son poco frecuentes y suelen deberse a una dosis excesiva o a una mala calidad. Los posibles efectos secundarios son:

  • Diarrea, flatulencia o vómitos.
  • Picor, erupciones cutáneas o caída del pelo
  • Inquietud, nerviosismo o trastornos del sueño
  • Alteraciones del hemograma o de la función hepática

Para evitar estos efectos secundarios, hay que asegurarse siempre de que el producto sea de alta calidad y esté libre de metales pesados, pesticidas y otras sustancias nocivas. Además, no debe superarse la dosis recomendada y debe vigilarse la reacción del perro.

Los perros que padezcan hipertiroidismo, una enfermedad autoinmunitaria o un trastorno de la coagulación de la sangre deben consultar a un veterinario antes de alimentarlos con espirulina. Las perras embarazadas o lactantes y los cachorros también deben alimentarse con espirulina con precaución y sólo después de consultar a un veterinario.

 

La espirulina es un suplemento dietético versátil para perros que puede proporcionar muchos beneficios para la salud. Puede reforzar el sistema inmunitario, facilitar la digestión, favorecer la salud de la piel y el pelo, y mucho más. Si presta atención a la buena calidad, la dosis adecuada y la personalización, la espirulina puede ser muy beneficiosa para su perro.

Más información sobre Spirulina

Si observa algún signo de hipersensibilidad o intoxicación en su perro, debe consultar inmediatamente a su veterinario. No sustituimos al veterinario, pero intentamos ser lo más precisos posible. Cada perro reacciona de forma diferente y te recomendamos que busques una segunda opinión o consultes a tu veterinario en caso de duda.

¡Mantente sano y cuida bien de tu amigo de cuatro patas! 😊